La espía roja
La espía roja
En mis días de estudiante universitario en el extranjero, solía lamentar (sólo hasta cierto punto) el final de la Guerra Fría. Era una situación de este tipo, en la que Estados Unidos y sus aliados se oponían a la URSS y a la suya, sin rodeos, con muy pocas zonas grises (mira, Berlín, tenemos que hablar….). Con los soviéticos saliendo temprano, el mundo quedó en una situación relativamente unipolar diplomáticamente, incluso si había mucho espacio para que algún estado emprendedor se expandiera, y surgieron todo tipo de situaciones comparativamente caóticas. Y creo que es esa simplicidad anterior la que me atrae aún a los thrillers de la Guerra Fría. Tienes tus líneas divisorias claras y mucho espacio para maniobrar entre ellas, los sakes son potencialmente tan altos como el Armagedón nuclear total, y las posibilidades de tensión y puñaladas por la espalda eran casi infinitas.